Hobbies

Hace poco he conocido a una persona nueva que me ha gustado bastante. Y como de costumbre, especialmente al inicio de conocer a alguien nuevo, me he obsesionado un pelín. Por la persona en si, y por sus intereses.

Es algo que ya me ha sucedido muchas veces antes, realmente. Me comparo con el resto, especialmente con la gente a la que admiro o me interesa, y mis movidicas de autoestima me llevan a querer impresionarles. Eso me lleva a poner sus intereses por encima de los míos: si a x persona le gustan la música y la fiesta, yo soy menos porque no sé lo suficiente de esos temas. Si lo que le gustan es el teatro y los libros, pues lo mismo. Así que me pongo a investigar de esos temas, a la vez disfrutando un nuevo interés y a la vez menospreciándome por saber tan poco de lo que sea.

Y, aunque no sea la cosa más tóxica del mundo, es problemática:

(1) Porque me lleva a infravalorarme. A despreciar todo aquello que me hace interesante, todo lo que conozco por mis propios intereses. Me lleva a poner a la otra persona en un pedestal, y a crear un desequilibrio de poder en la relación. Y me lleva a no hablar de aquello que me gusta y de lo qué más puedo controlar.

(2) Porque le resta profundidad a mis relaciones, me roba temas de conversación. Si quiero estar con otra gente que me aporta, que conoce temas que yo no… La gracia es aprender de esa gente, no a sus espaldas. Por miedo a no ser suficiente, intento empaparme de esos temas por mi cuenta, en vez de aprovechar la ocasión para preguntarle a esa persona y compartir tiempo y conversación de calidad.

En general, obsesionarme demasiado me lleva a intentar mimetizarme, a convertirme en una versión de segunda de esa persona, en lugar de aprovechar y construir sobre nuestras diferencias.

Y todo esto no quita para que conocer a otra gente sea una buena oportunidad para empujarme, para crecer, para aprender de temas nuevos. Quiero estar con gente que me ponga retos, que me saque de mi zona de comfort, que me anime a explorar nuevos territorios. Pero tengo que ser capaz de aceptar que no sé, tengo que aceptar la posible (casi nunca real) incomodidad de que la otra persona vea que no sé mucho de algo. Dejarle espacio para ✨brillar✨ contándome sobre sus intereses, y darme espacio para ✨brillar✨ y explorar yo los míos.


Acompañando a esto, he recuperado mi vieja cajita de cerillas, la recopilación de mis intereses y aficiones a lo largo del tiempo. Tendré que revisarla y actualizarla, y cambiar un poco el estilo visual, pero me apetecía dejarla ya subida.

OSZAR »